jueves, 25 de noviembre de 2010

Sopa de maíz y calabaza.

La cocina de los Estados Unidos de América no tiene mucho que aportar a la cocina europea, pero tiene platos interesantes, con mucha fusión entre guisos europeos e ingredientes americanos (aquí, el maíz y la calabaza). Como hoy es "Thanksgiving Day", he aprovechado para publicar esta sopa, que cocinamos hace un par de semanas en casa. Está realmente sabrosa y hoy será primer plato -muchas veces precocinado- en muchos hogares de USA.

- 2 mazorcas de maíz.
- 1 calabaza de unos 2 kg.
- 1/2 cebolla.
- 1 patata.
- 2 zanahorias.
- 2 quesitos en porciones.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal y pimienta negra.
- Agua.
- Sal Maldon.


1. Cortamos una de las mazorcas en rodajas. Con la otra, sacamos los granos utilizando un cuchillo afilado, cortando longitudinalmente. Cocemos todo el maíz en un cazo, con agua y sal, durante 30 minutos.

2. Pelamos y cortamos toda la verdura y la colocamos en la olla, junto con el maíz ya cocido y su jugo. Añadimos un poco más de agua, cerramos con la tapa de presión y cocemos 5 minutos desde que comienza el sonido de presión.

3. Extraemos las secciones de mazorca, para adornar luego la sopa. Retiramos también casi todo el agua, que utilizaremos luego si queremos que la sopa quede más líquida.

4. Añadimos un chorro de aceite de oliva, los dos quesitos, un poco de pimienta negra, y batimos muy bien para conseguir una sopa fina. Si nos queda muy espesa, añadiremos más caldo de cocción. Colamos la preparación con el chino y rectificamos de sal.

5. La sopa se sirve bien caliente, con un chorrito de aceite, un poco de pimienta y un trozo de mazorca en medio, con unos granos de sal Maldon encima.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Callos con garbanzos

La primera receta que sale en este blog y que no ha realizado el autor. La cocinera de esta maravilla fue mi prima Isabel Rodríguez Ortega, que montó un homenaje familiar en torno a este plato estupendo, más pan casero y pollo al chilindrón de su recién estrenado 'termomix', además de otros manjares. Recarga de energía para los fríos que están por venir, ¡no todo va a ser pollo a la plancha y verduritas!

- ½ Kg. de garbanzos (remojados la víspera).
- 1 cabeza de ajos.
- 1 tomate.
- 1 pimiento verde.
- 1 cebolla.
- 300 gr. carne magra de cerdo, cortada en trozos pequeños.
- 500 gramos de callos variados (estómado, morro, manitas).
- 2 chorizos.
- 1 morcilla.
- 1 hueso añejo (a ser posible de rodilla).
- 2 patatas.
- Agua, sal.
- Dos hojas de laurel.
- 3 guindillas secas.

1. La cabeza de ajos se asa directamente sobre el fuego (si dispones de cocina de gas), o se tuesta en una sartén “en seco” (si tienes vitro o inducción).

2. Colocamos todos los ingredientes, menos las patatas, la morcilla y el chorizo, en una olla a presión, cubiertos de agua. Añadimos una cucharada de sal y ponemos a cocinar. El guiso debe cocer 20 minutos desde que comienza la presión.

3. Abrimos la cacerola, “pescamos” el pimiento, la cebolla, los ajos y el tomate, y los trituramos bien, con un poco de caldo de cocción. Retiramos y desechamos el hueso añejo y el laurel.

4. Incorporamos al guiso la verdura triturada, la patata troceada, el chorizo y la morcilla. Volvemos a cerrar la válvula y cocinamos 10 minutos más desde que comienza la presión.

5. Abrimos la olla, rectificamos de sal y comprobamos el punto de cocción del garbanzo (si hubiera quedado duro, coceremos cinco o diez minutos más).

6. Absolutamente imprescindible cocinar los callos un día antes de servirlos, tendrán mucho mejor sabor.


Para bajar este torrente de calorías, es recomendable caminar al menos 15 km. ;-).

sábado, 13 de noviembre de 2010

Pollo con salsa de almendras


Días de patatas nuevas y almendras recién recogidas. Hay que aprovechar para hacer los sabrosos guisos con salsa de almendras típicos de los Montes de Málaga.


- 1 pollo troceado u 8 muslos.
- 150 gr. de almendras peladas.
- 1 cebolla.
- 4 dientes de ajo.
- 1 copa de vino blanco.
- 4 cucharadas de vinagre de Jerez.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal y pimienta negra.
- 1 vaso de agua.

Salpimentamos el pollo y lo freímos muy bien en aceite a fuego vivo. Retiramos las piezas en un plato aparte. Desechamos la mayor parte del aceite.

Freímos las almendras y los ajos. A continuación rehogamos la cebolla hasta que esté muy bien cocinada. Añadimos el vino y el vinagre, un poco de agua, y batimos bien hasta que quede una salsa fina.

Incorporamos el pollo a la salsa y cocinamos durante una hora a fuego lento, comprobando el punto de sal y pimienta al final.

En la foto el pollo se ha servido con un confitado de ajos y patatas (cocinadas en mucho aceite a fuego muy lento).