martes, 15 de febrero de 2011

Tribuna en diario Sur

Con un montón de retraso, publico hoy en el blog la tribuna que me publicó el diario SUR hace unas semanas, básicamente a petición de algunos colegas de fuera de Málaga que no están metidos en facebook, donde sí la coloqué de forma inmediata.



Autopista a Ronda, desmán y despilfarro.


por Julián Muñoz Ortega


Es curioso que el plazo de información pública para alegaciones de la posible autopista Ronda – Costa del Sol haya coincidido con la aprobación por parte del Gobierno de un paquete de ayudas a determinadas concesionarias, por más de 80 millones de euros, para compensarles de la falta de usuarios.

La crónica de la puesta en marcha de estas autopistas (básicamente, las radiales de Madrid y las nuevas vías rápidas del Sureste de España) es la historia del despilfarro en infraestructuras que ha sido una de las causas fundamentales de nuestro terrible volumen de deudas. Ahora algunos pretenden seguir con la fiesta del hormigón y el acero –desarrollo sostenible para la Serranía, pregonan- destruyendo algunos de los paisajes que nos dan de comer desde hace muchos años, como si estuviéramos sobrados de recursos.

Supongo que el lector ya conoce la belleza de la comarca rondeña; si no es así, le animo a que se acerque a disfrutarla. Hay muchos rincones de interés y en cada estación renuevan su atractivo para el visitante. Los húmedos bosques de pinsapos, los pinares de Sierra Bermeja, el valle del Genal, mosaico de castaños, alcornoques, frutales y tejas, las espectaculares dehesas que rodean la Ciudad Soñada por el norte y el oeste, los riscos y peñascales de Ronda, Cartajima o Pujerra, los cuadros de cal y roca que nos sorprenden en cualquier esquina de sus pueblos.

Estos paisajes, y la fauna y flora que habita en ellos, han merecido varias figuras de protección legal, desde Reserva de la Biosfera a Lugar de Interés Comunitario, unas categorías legales que, recordemos, nos obligan a todos, incluida esa misma Administración que las ha promovido y que las utiliza para su propaganda.

Ahora esa misma Junta de Andalucía que tantos titulares llena con el patrimonio natural de nuestra tierra nos quiere convencer de que la protección de estos parajes es compatible con una autopista que provocará enormes desmontes sobre Sierra Bermeja, el Genal, el valle del río Verde y otras zonas de la Serranía, el aislamiento de la flora y la fauna, y la extensión del modelo urbanístico de la era Gil-Roca a zonas que hasta ahora se han mantenido prácticamente vírgenes.

Para mayor escarnio del ciudadano, tales desmanes se pretender ejecutar con un importante gasto a cargo del erario público, puesto que está previsto que las expropiaciones y muchas otras inversiones asociadas a la autopista sean asumidas por la propia Junta.

Estoy convencido de que España no se puede permitir que todos los trayectos de interés turístico tengan que hacerse por autovía o autopista. Los recursos económicos y naturales son limitados, y la Serranía de Ronda tiene un patrimonio natural y paisajístico tan valioso que su destrucción nunca se podría compensar con los dudosos beneficios de una autopista.

La comunicación entre la Costa y Ronda se podría mejorar sin necesidad de construir una nueva carretera, simplemente incorporando un número suficiente de tramos con carril de adelantamiento a la A397, una inversión con un coste asumible y que incrementaría la seguridad en la conducción y la fluidez del tráfico, sin impactos importantes sobre los espacios naturales de la zona.

Adicionalmente, y para reducir el tráfico de vehículos pesados, debería mejorarse la conexión por tren entre Ronda y Málaga, tanto para facilitar el tránsito de mercancías como de personas. Tenemos que ser conscientes de que una de las razones del despegue del turismo en Ronda son los visitantes procedentes de los cruceros que fondean en el puerto de la capital, donde la conexión con el ferrocarril sería relativamente económica y serviría a todo tipo de propósitos, si los políticos planificaran con mente abierta y razonable, abandonando su obsesión por inaugurar carreteras.

Es muy posible que algunos ciudadanos, especialmente de Ronda, piensen en la inoportunidad de este artículo y en que una autopista les permitiría una comunicación más rápida y segura con la Costa. Estoy convencido de que no tiene sentido destinar cientos de millones a destruir un patrimonio natural muy valioso por ahorrar 20 minutos en un trayecto que, por su belleza, aporta un plus de sensaciones al visitante.

Ese impacto de complejos sentimientos que separa lo simplemente bonito de lo absolutamente sublime. Esos gratos recuerdos que provocarán una conversación en Berlín o en Londres que atraerá a nuestra tierra a un visitante adicional. Ese visitante que permitirá que mis hijas puedan seguir comiendo de nuestro negocio turístico en el futuro.


Fotografías del autor: Pinsapar de los Gamones (Yunquera), ejemplar de Castaño cerca de Cartajima.

2 comentarios:

Cecilia dijo...

No lo había leido y te felicito por el artículo.

Jose A. Sencianes Ortega dijo...

Uno de los colectivos de ladrones legales de este país (o sea los políticos) siguen en su línea: cargarse todo el patrimonio natural y cultural de este país cueste lo que cueste y con la única finalidad de inflarse el bolsillo, ellos y sus amiguitos los constructores. Como dijo nuestro amigo Jose Angel Campos un día: tenía que venir una glaciación arrasando Europa hasta la Costa del Golf. Que país y que paisanaje

Abrazos Julián y enhorabuena por el artículo