(en recuerdo de mi madre, Isabel Ortega, y mis tías Josefa y María,
que siempre se reunían en octubre para cocinar los membrillos)
- 4 Kg. de Membrillos maduros, bien lavados.
- 3 Kg. de azúcar (aproximadamente).
- 2 limones.
- Agua.
Utilizaremos una cacerola de gran tamaño, guantes y una cuchara de palo grande. Recomendamos pesos elevados en esta receta, puesto que se trata de una preparación para guardar de cara a todo el invierno (es una conserva) y regalar a la familia y amigos.
1. Se prepara un lebrillo o una fuente honda con agua y zumo de limón.
2. Los membrillos se pelan, se trocea la pulpa y se va echando al lebrillo con el agua y limón (para evitar la oxidación).
3. Una vez conseguida toda la pulpa, se escurre del agua con limón y se pone a cocer con agua en una gran cacerola, durante 20 minutos.
4. Una vez cocida la pulpa, se escurre bien, se pesa y se tritura.
5. Añadimos azúcar por el equivalente al 90% de la pulpa cocida de membrillo obtenida. Mezclamos y volvemos a batir muy bien, a ser posible con una batidora muy potente.
6. Cocemos 45 minutos sin dejar de remover (incluso más, si es posible), protegiéndonos las manos con guantes de goma (las salpicaduras son constantes y a muy alta temperatura), hasta que la pasta adquiera el característico color ámbar brillante y oscuro.
7. La masa resultante se vierte en moldes y se deja enfriar. Cuajará al cabo de 2-3 días.
- 3 Kg. de azúcar (aproximadamente).
- 2 limones.
- Agua.
Utilizaremos una cacerola de gran tamaño, guantes y una cuchara de palo grande. Recomendamos pesos elevados en esta receta, puesto que se trata de una preparación para guardar de cara a todo el invierno (es una conserva) y regalar a la familia y amigos.
1. Se prepara un lebrillo o una fuente honda con agua y zumo de limón.
2. Los membrillos se pelan, se trocea la pulpa y se va echando al lebrillo con el agua y limón (para evitar la oxidación).
3. Una vez conseguida toda la pulpa, se escurre del agua con limón y se pone a cocer con agua en una gran cacerola, durante 20 minutos.
4. Una vez cocida la pulpa, se escurre bien, se pesa y se tritura.
5. Añadimos azúcar por el equivalente al 90% de la pulpa cocida de membrillo obtenida. Mezclamos y volvemos a batir muy bien, a ser posible con una batidora muy potente.
6. Cocemos 45 minutos sin dejar de remover (incluso más, si es posible), protegiéndonos las manos con guantes de goma (las salpicaduras son constantes y a muy alta temperatura), hasta que la pasta adquiera el característico color ámbar brillante y oscuro.
7. La masa resultante se vierte en moldes y se deja enfriar. Cuajará al cabo de 2-3 días.